En sus inicios, el reloj era un elemento ornamental que los caballeros lucían orgullosos en sus chalecos, presumiendo de su diseño o de su maquinaria. Sin embargo, después de la llegada de los relojes digitales y de cuarzo, la atención se centró más en la funcionalidad.
Pero hoy en día, el reloj ha vuelto a recobrar su lugar y ya no se limita a ser un elemento funcional, sino que aporta un valor ornamental de alto nivel. Por ello, las marcas de relojes de lujo, buscan la exclusividad, el diseño y la elegancia y están ganando fuerza en la industria relojera.
¿Porque no todas las marcas pueden ser consideradas como marcas de lujo?
Para ello, es necesario que cumplan una serie de requisitos:
Precisión y fiabilidad
En primer lugar, debe de ofrecer relojes precisos y fiables, cuyas maquinarias funcionen en cualquier circunstancia y lugar, y de una manera duradera en el tiempo.
La fabricación
Por otro lado, deben de estar fabricados con elementos de primera calidad, materias primas que aseguran la durabilidad del reloj para que estos no se estropeen a los pocos años. Porque un reloj de lujo se convierte en una inversión, una inversión a largo plazo.
El diseño
Y, por último, deben de tener un diseño elegante y atractivo, que puede ser más o menos sobrio, más o menos vanguardista, pero no debe abandonar nunca los cánones de la elegancia, y permitir a su dueño que lo pueda llevar en cualquier circunstancia y lugar.
En definitiva, las marcas de relojes de lujo deben de entender la fabricación relojera como un arte, no como una fabricación en serie, un arte dedicado exclusivamente al funcionamiento de una maquinaria que aunque ha ido evolucionando a lo largo de los años, al amparo de los avances técnicos, todavía conserva el mismo espíritu que inspiraba a los maestros relojeros de siglos atrás.
A contiuación algunas de las marcas de relojes más caros del mundo, tanto para hombre como para mujer.