El momento cumbre la marca de relojes Omega fue, sin duda, cuando el astronauta Neil Amstrong llevó en su muñeca el modelo Omega Speedmaster Professional, cuando pisó la luna por primera vez en la historia. Sin embargo, los relojes de la marca Omega ya habían sido utilizados previamente por las Fuerzas Aéreas británicas y la Armada estadounidense durante la primera guerra mundial.
En la actualidad, la marca Omega se publicita a nivel internacional gracias a las películas de James Bond, ya que es el reloj elegido por el espía británico durante sus aventuras y desventuras. En la última película, Casino Royal, James Bond lucía en su muñeca el modelo Seamaster 300.
La historia de la marca Omega comienza en el año 1903, aunque para encontrar sus orígenes verdaderos hay que remontarse al año 1889, fecha en la que la marca Louis Brandt & Fils se había convertido en la compañía relojera más grande de Suiza, con un volumen de producción de hasta 100.000 unidades. Tres años después, unieron sus esfuerzos a la marca Audemars Piguet y lanzaron al mercado el primer reloj minut-repeating, del que nació el primer modelo Omega.
A partir de ese momento, Omega siempre ha estado a la cabeza de la innovación y de la precisión, ofreciendo modelos cada vez más precisos y fiables, capaces de funcionar sin ningún retraso en las situaciones más extremas.
Su última innovación llegó en el año 1999 cuando lanzó al mercado el primer reloj con fuga coaxial, la cuál permite reducir la fricción de la maquinaria al mínimo, con lo que la necesidad de lubricación interna es ínfima, y así se logra una exactitud prácticamente absoluta.