Historia de Cartier
Cartier comenzó su andadura en la industria del reloj en el año 1853, cuando los relojes de bolsillo dominaban el mercado y los de pulsera no habían aparecido todavía. Pero no fue hasta el año 1911 cuando la marca Cartier pasó a ser conocida internacionalmente gracias al aviador Alberto Santos-Dumont, para el cuál se diseñó un reloj especial que el publicitó en todo el mundo gracias a sus aventuras aéreas.
De esa colaboración surgió el reloj Cartier más conocido, y que ha llegado hasta nuestros días, como es el Santos-Dumont, aunque también destacan otros modelos como el Tank Basculante, que data del año 1932, el Tank Americaine, el Tank Louis Cartier o el Pasha, diseñados en los años 80 del siglo XX.
Precisión y Fiabilidad de lujo
La marca Cartier se ha caracterizado durante toda su andadura comercial por la perfecta combinación que hay en sus relojes entre el mecanismo de alta relojería, que dota de gran precisión y fiabilidad a sus relojes, con la belleza, originalidad y elegancia de las joyas de la marca y del diseño de su equipo artístico, lo cuál diferencia a la marca de otras marcas de relojes de lujo que son más sobrios en el diseño.
Es la única marca que ofrece un surtido completo de relojes, desde las líneas clásicas hasta las contemporáneas, pasando por las versiones de segunda mano certificadas. El mundo completo de cartier se extiende incluso a la joyería, los relojes de pulsera, la marroquinería, las fragancias y otros productos.
En definitiva, el prestigio de una marca no se construye de la noche a la mañana, y los relojes Cartier llevan más de siglo y medio demostrando su calidad y su fiabilidad, además de su elegancia y exclusividad que convierten a la marca en un referente dentro de los relojes de lujo.
Tiempo, dedicación y maestría son los tres elementos que inspiraron a Louis François Cartier cuando tomó posesión del taller de joyería de su maestro Adolphe Picard en el año 1847, y esos tres mismos principios han sido desarrollados por sus herederos hasta nuestros días.